Es importante aprender a identificar y a diferenciar el hambre que es muy distinta a la sensación del  antojo o ansiedad.

En esos momentos de “hambre emocional” te recomendamos:

• Tomar agua primero,  ya que muchas veces confundimos la sensación de hambre con la de sed. La confusión ocurre en el hipotálamo, la parte del cerebro que regula tanto el apetito y la sed. Cuando no estamos bien  hidratados, nos lleva a agarrar una bolsa de papas fritas o algo dulce cuando en realidad necesitamos una botella de agua.
• Realizar una pequeña siesta, aunque sean tan sólo 20 minutos. La falta de horas de sueño aumenta los niveles de una hormona (grelina) que estimula el apetito, así como la disminución de los niveles de otra hormona (leptina) que causa la sensación de saciedad, lo cual provoca antojos de carbohidratos, como harinas o azúcar.
• Te sugerimos elegir un snack saludable entre comidas, puede ser un lácteo descremado o una fruta, son alimentos que no generan el círculo adictivo (el “hambre emocional” da antojos de alimentos no muy nutritivos y adictivos)
• Es el momento ideal para realizar alguna actividad física como ir a caminar, trotar o hacer ejercicios en casa.

Identificarlo es importante, ya que el hambre emocional es un síntoma de que algo no anda bien en nuestra salud y nos ayudará a abandonar esa actitud de alimentarnos desenfrenadamente!

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Lic. Mariana Silvestro. MN 5843

Lic. Nadia Hrycyk. MN 5430